Uno de los factores que influyen en la decisión para ingerir un alimento se encuentra el estado de animo. En mi experiencia como nutriólogo he detectado diversos pacientes que han dejado su tratamiento nutricio porque señalan "ansiedad", "estrés" o "problemas emocionales". Es un hecho, al ingresar a nutrición para iniciar un estilo de vida saludable comienza con una actitud positiva, la cual disminuye a través de los días y los retos que se presentan encaminan hacia una actitud negativa. Siempre platico con mis pacientes que me pasa lo mismo, al iniciar un plan de alimentación es más frecuente recibir invitaciones para fiestas, reuniones o invitaciones para tomar un café.
¿Qué hacer?
Comparto con gusto lo que me ha funcionado:
- Ejercicio. Mantener una rutina activa permite alejar las actitudes negativas, además está comprobado que una rutina de ejercicio ayuda a segregar endorfinas y dopamina para mantener un estado emocional adecuado.
- Terapeuta. El apoyo de un psicólogo o experto en emociones es importante. El primer paso es ubicar nuestros sentimientos y expresarlos.
- Entender que es un programa no una dieta. Actualmente explico a mis pacientes que yo no doy "dietas para bajar de peso", yo elaboró programas de tres o seis o doce meses, son proyectos de vida, y como todo proyecto hay altas y bajas, y siempre estoy al pendiente de ellos.
Las emociones influyen en nuestras decisiones al momento de comer, en este pequeño resumen del artículo "Rol de la emoción en la conducta alimentaria" encontraras el tipo de emoción, las personas afectadas y las propuestas para mantener un estilo de vida saludable a pesar de la influencia de las emociones positivas y negativas. Palomino, A. M. (2020). Rol de la emoción en la conducta alimentaria. Scielo. Recuperado el 09 de septiembre de 2021 en https://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717- 75182020000200286&lng=en&nrm=iso&tlng=en
Nutriólogo Israel Padilla